Savior
El planeta Edén es mucho más grande que la Tierra y la fauna y la flora alienígena está presente en toda su superficie, pero se concentra especialmente en áreas del planeta de bajas turbulencias gravitatorias, dónde las tormentas de torsión son raras, creando generalmente un ecosistema de tamaño gigantesco para la escala humana, parecido a una selva de proporciones asombrosas, en el que el ser humano es poco menos que una hormiga, lo cual explica el nombre con el que los sobrecogidos primeros colonos humanos bautizaron a su primer asentamiento y por ende, al planeta entero: Edén.
En las partes más densas de estas zonas “seguras” (teniendo en cuenta una biosfera tan letal) es dónde los arqueotecnologos han descubierto la mayor parte de Savior enterrados en los últimos siglos. La monstruosidad y espesura de la selva edénica tanto en su versión terrestre como acuática, y la ocasional aparición de megaorganismos singulares conocidos como “leviatanes”, dificulta sobremanera el descubrimiento de nuevos Savior, por lo que a pesar de casi tres siglos de prospecciones arqueotecnológicas, la cantidad de Savior ocultos en las profundidades de Edén sigue siendo un misterio.
Pero, ¿qué son los Savior? Una definición demasiado simplista diría que son vehículos tripulados de origen extraterrestre e increíble antigüedad y de un tamaño colosal, que funcionan con una tecnología que los humanos comprenden poco o nada. Pero la cuestión de los Savior es mucho más compleja. Los arqueotecnologos dedican su vida a desenterrar y estudiar estos colosos metálicos. Los pilotos Gemini son adiestrados para una total compenetración entre hombre y máquina. Los militares diseñan sus avanzadas estrategias con ellos como sus piezas maestras. Los jerarcas de las Arcologías y los ejecutores corporativos libran guerras en la sombra para apoderarse de ellos y de sus portentosas tecnologías. Las masas los reverencian como el icono de la supervivencia humana en este mundo hostil e incluso los adoran en algunas de sus religiones. Los nómadas genéticamente mejorados de las tierras xeno hablan de antiguas profecías y visiones místicas en torno a ellos… Los Savior no son sólo máquinas gigantes dadoras de muerte y de vida, son muchísimo más, son el alma del planeta Eden.
Los Savior no se pueden fabricar y cada uno es único, aunque la mayoría de Savior forman grupos que comparten aspecto y rasgos tecnológicos que se denominan “clases”. Son varios los intentos que se han realizado para fabricar nuevos Savior a partir de piezas encontradas en yacimientos arqueotecnológicos, pero todos han fracasado y debido a su alto valor estratégico e incluso religioso, no se les ha vuelto a intentar “replicar”. Lo que sí se ha conseguido es fusionar nuevas piezas arqueotecnológicas e incluso tecnología humana convencional en Savior ya activos.
Los primeros humanos que encontraron a los Savior los trataron como salvadores por la gran ayuda que supusieron para terraformar el planeta (“Savior” significa “salvador” en la antigua lengua English, el lenguaje de las máquinas y la programación).