No-muerto
Los orígenes de la creación de los no-muertos se remontan a la última contienda entre las fuerzas de los ándotam y los Canes del Caos. Surgieron cuando Balgantus utilizó un hechizo prohibido para alzar a todos los caídos en batalla para así someterlos a su dominio y usarlos contra los pocos ándotam que quedaban con vida. Son seres cuyo ansia vital les fue arrebatada hace mucho tiempo pero cuya alma sigue atrapada en su cuerpo terrenal. Su condición no suele pasar desapercibida a ojos normales
Contenido
Rasgos físicos
No se puede dar una descripción general de los no-muertos ya que poseen el mismo cuerpo que tenían en vida, pudiendo estar en un determinado grado de putrefacción y con las marcas o heridas que le causaron la muerte. Aun así, la mayoría de ellos solían ser humanos.
Localización
Actualmente, la mayoría se encuentran agrupados en las pantanosas, frías y siniestras tierras de Grávenom, cercanas a Asgara, de las que más bien poco se conoce... excepto los funestos peligros que se encuentran en sus entrañas.
Moralidad
No se puede decir que haya un conjunto de principios o normas morales aplicables por igual a todos ellos puesto que cada uno de ellos es diferente, fruto de su propia experiencia personal antes de convertirse en no-muerto. Aun así, tienen un extraño vínculo con el conde que los alzó y éste, en algunas ocasiones, es capaz de controlar sus emociones o deseos sin que puedan remediarlo.
Creencias
Lo más parecido que tiene un no-muerto a una religión es la devoción (sea o no obligada) a Balgantus, diosa de la Muerte y responsable de su vuelta a la vida. Algunos de ellos conservan las de su vida anterior aunque el retorno a la existencia física suele suponer un cambio tan radical en sus vivencias que conlleva ciertos replanteamientos en su forma de pensar y actuar con el mundo.
Sociedad
El señor indiscutible de todos los no-muertos, y al que deben lealtad por su propio bien, es su mismo creador: Balgantus, la más joven entre los Dioses de la Guerra. Tras su desaparición, surgieron diferentes facciones organizadas por diversos motivos. Algunos adoran a líderes carismáticos no-muertos que se han alzado con el poder, los denominados condes de Grávenom, mientras que una minoría sirve al Imperio. También hay algunos grupos independientes y que no rinden cuentas a nadie. Actualmente ha surgido un nuevo poder en el oscuro corazón de los pantanos de Grávenom y que está unificando y fortaleciendo a este pueblo en torno suyo. Al parecer, se ha proclamado con el título de Rey de los no-muertos pero ésta es una figura de la que poco se sabe todavía.
Modo de vida
Tienen la costumbre de orientar la entrada de todos sus edificios hacia el sur aunque no se conoce la razón. Suelen emplear materiales de construcción como el granito. Sus edificios son esplendorosos y de planta triangular o circular ya que jamás construyen en planta rectangular tal y como lo hacen los humanos, un hecho que algunos achacan a sus diferencias y separación respecto a éstos. Por lo demás, no se conoce demasiado de su cultura pues son pocos los que se atreven a adentrarse en sus dominios.
Nacimiento
Únicamente Balgantus y los señores de los no-muertos más poderosos son capaces de crear a estos seres. No se debe confundir a los auténticos no-muertos con los esbirros (meros títeres sin voluntad) u otras criaturas alzadas mediante el poder de la nigromancia.
Lengua
Dominan la lengua común y el sahiar, también conocido como idioma fantasmal. Este último lenguaje les permite entablar conversación con muertos, espíritus, espectros y seres similares, incluso con la propia Muerte.
Alimentación
No necesitan nutrir sus cuerpos con ningún tipo de alimento ya que el poderoso conjuro que los liberó de la muerte los sustenta. Un caso distinto es el de los vampiros, una estirpe de no-muertos maldecidos por Balgantus debido a su desobediencia y que deben ingerir sangre de otros para nutrirse. Aun así las oscuras fuerzas que los mantienen hacen que puedan beneficiarse de los elixires o de los cuidados de un galeno en el puesto de curación como el resto de las razas (la carne, aunque muerta, debe ser cosida y sus huesos han de ser unidos y recolocados). Por su condición, los no-muertos son inmunes a cualquier veneno que ingieran.
Descanso
No necesitan dormir pero, de vez en cuando, les conviene descansar para evitar el desgaste excesivamente rápido de sus cuerpos. Algunos no-muertos pueden permanecer en estos estados de letargo durante mucho tiempo.