Feudo de Palantia
Uno de los grandes feudos del Imperio de Ingrad, los amplios territorios de Palantia son regidos por la Casa Elborem. Se encuentran al suroeste del Imperio, lindando con el desierto de Venia por el sur. Estos territorios fueron dados al mejor caballero de Serei, Karion Baitz, pero su hijo Tarion se reveló contra el Imperio y declaró unilateralmente la independencia de Palantia. No fue hasta el año 99 d.S. que estas tierras se anexionaron nuevamente al Imperio, cuando fueron conquistados por el emperador Istán y su comandante Hikco Elborem, a cuya casa fueron confiadas.
Palantia es una tierra fértil de cereales y olivos. En este feudo la población está asentada sobre todo en pequeñas aldeas rurales, en las principales se celebran ferias de ganado. Los lugareños de Palantia se dedican principalmente a la agricultura y la ganadería, tanto es así que la región genera un gran excedente de alimento que se distribuye a lo largo del Imperio. Tampoco son pocos los habitantes de Palantia que se enrolan en la Legiones Imperiales en busca de gloria y las suficientes riquezas como para poderse permitir comprar una pequeña labrantía que le de rentas de las que vivir lo que le quede de vida. En la región también hay grandes canteras de piedra.
En esta zona sur de esta región son comunes los asaltos de Vénnifelts. Aprovechan su ventaja racial para atacar sin previo aviso y golpear donde no encuentren resistencia. En demasiadas ocasiones los caminantes en estas tierras encuentran caravanas saqueadas con todos sus tripulantes degollados y secos por el sol.
La ciudad de Palantia está rodeada de una antigua muralla de lustrosa piedra arenisca, coronada de docenas de máquinas de asedio. Alberga una de las escuelas militares mas importantes de toda Vahnaë, dirigida por la Casa Elborem. Todo oficial de las Legiones Imperiales que se precie ha sido formado en ella. Apoyado en la parte más alta de la muralla también se encuentra el imponente castillo Colmillodorado, hogar de la Casa Elborem, un sólido baluarte nunca conquistado desde que sus murallas fueron reforzadas por Hikco Elborem.
