Legión X “Indómita”

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Las Legiones Imperiales son el brazo armado de Ingrad y el ejercito más respetado de Vahnaë.

Historia

Fundada por el emperador Algadis en el 26 a.S. a partir de sus hombres de mayor confianza con intención de contar con una fuerza de combate totalmente libre de la influencia del Culto.

Su secreto duró poco pues tras la conocida como “Noche de la Fundación” donde “los Nueve” juraron su lealtad absoluta al Imperio, el Arconte del Pesar descubrió la situación informando a los Canes del Caos; la guerra continuó su curso y los legionarios de la X lucharon junto a Algadis batalla tras batalla hasta el final, evitando la captura de su cuerpo por parte del enemigo, custodiándolo con su vida.

Con el trono vacío Marak, el Heraldo de los Dioses, ordenó la disolución de la legión, “los Nueve” se negaron ante lo que llamaron “Error de los Canes” y si bien oficialmente la legión dejó de existir, ninguno de sus componentes asumió tal, luchando contra la persecución del Culto consiguieron reunirse con Serei a quien guardaban fidelidad ordenando a cada regimiento de la legión realizar una fragmentación con objeto de evitar centrar los ataques de los Canes contra el futuro emperador, dando base a la peculiar fórmula de organización actual dentro de la legión.

Los combates continuaron y las conspiraciones siguieron su curso hasta el conocido pacto entre Serei y los tres líderes ándotam, tiempo en el cual cada corpúsculo de la legión permaneció en contacto entre si, coordinándose y desarrollando su actividad contra los Canes.

Finalmente cuando el momento llegó hasta el último hombre de la “Indómita” acudió al campo de batalla luchando como hasta entonces habían luchado desde su fundación: por el Imperio.

La victoria llegó y con la coronación de Serei el Grande su estatus oficial como Legión Imperial X fue restaurado, desde entonces continúa su labor como pilar inamovible en la defensa el Imperio.

Grito de guerra

“¡Algadis!” “Siempre desafiantes” Los soldados de la legión siempre lanzan su grito de guerra antes de lanzarse a la batalla.

Organización

Desde la fundación iniciada por “los Nueve”, un grupo de poderosos hombres fieles a Algadis de condición muy dispar, la organización sufrió distintas modificaciones con el fin de adaptarse a los difíciles tiempos que se vivieron, adaptando su estructura desde la propia de toda legión según las necesidades. Quizá la fórmula más aceptada, la que dio base al actual sistema, surgió durante el “Error de los Canes” si bien es un sistema complejo del que no se sabe demasiado fuera de la legión, la estructura básica es sencilla y algunos datos son conocidos:

El alto mando está formado por diez generales entre los cuales uno es la cabeza del selecto grupo (en honor a “los Nueve” y Algadis) siendo uno de ellos a su vez cabeza del grupo.

A partir de esos diez se extiende un árbol jerárquico extenso donde se encuentra siempre con independencia del mayor o menos grado de división al que nos refiramos un oficial al mando y un segundo oficial.

En la “Indómita” cada oficial es el encargado de inculcar su conocimiento y lealtad a los subordinados, la fórmula para llegar a ser oficial o general mismo es esencialmente similar, elegido por un superior para ocupar su puesto.

Ingresar en la legión requiere un periodo de instrucción al que puede acceder cualquiera, si te encuentran apto pasarás a ingresar en la legión tras realizar el juramento.

Una vez dentro de la legión cada legionario con independencia de su procedencia, raza o condición pasa a ser considerado un hermano de armas, nada importan los títulos que porte tras de sí el nombre o sus contactos, será destinado a una unidad y a partir de ese momento queda bajo el mando de su oficial.

Llegado el momento un oficial podrá ascender pasando a formar parte de otra unidad y será su segundo al mano quien asuma el mando, encargándose además de elegir al que ahora será su segundo de entre los hombres de su unidad.

Es muy común que con el tiempo oficiales que han ascendido a unidades “superiores” lleguen al mando de dichas unidades y reclamen a antiguos compañeros que asciendan, formando con tiempo y logros llegar a reunirse de nuevo esta vez formando un regimiento veterano y unido, esa hermandad y lealtad es la que fomenta la propia legión desde su fundación, conocer nuevos legionarios a medida que se avanza para finalmente formar con quienes se ha demostrado una afinidad y lealtad.

A su vez es común encontrar entre sus filas a gran número de Caballeros de Ingrad.

Peculiaridades y normas

El código ético y de conducta en la legión está formado por cerca de quinientos preceptos conformando un antiguo sistema donde se espera de cada legionario: hermandad, lealtad, honor, valor, justicia, generosidad, misericordia, nobleza, esperanza, pureza, cortesía, determinación, honradez, paciencia, perseverancia, voluntad, templanza, sinceridad, sabiduría.

La aspiración máxima de todo hombre de la “Indómita” es servir de ejemplo como baluarte de virtud en defensa del Imperio. Disciplina es algo que impera sobre cada hombre de la “Indómita”, existe pues un fuerte sistema disciplinario destinado a perseguir y castigar duramente a quien salga de las normas, es pocas veces preciso recurrir a ello mas llegado el momento todo hombre, en especial los oficiales autorizados a aplicarlo, tienen claro cuál es su deber en caso de identificar alguna conducta impropia de un “Indómito”.

Se trata de una legión poco común, con distintas peculiaridades desde su misma fundación, hay quien especulan sobre el secretismo de su estructura o el mismo lema que juran al entrar llegando a insinuar que se trata más de un culto al trono imperial que a una legión, otros por su parte toman como ejemplo a la “Indómita” como defensores a ultranza del Imperio.

Guardianes de sus tradiciones, sean o no compartidas por el resto, algunas de ellas ha sido criticadas por otras razas y organizaciones:

Para un legionario de la “Indómita” nada queda por encima del Imperio y sus obligaciones, entrar en la “Indómita” debe ser una decisión meditada, a diferencia de otras legiones una vez dentro no es posible salir o ser destinado a ningún otro lugar, la única fórmula para poner fin a su misión es entregar la vida por el Imperio.

Aquella referente a los títulos pues nadie en la “Indómita” es tratado diferente por méritos o títulos ajenos a la propia legión, un caballero o alto noble no pierde su título por ingresar y fuera de la legión podrían tratarle como corresponde a alguien de su condición, no obstante, en lo que respecta a la legión no es distinto a un hombre de baja cuna de similar rango. En la “Indómita” están muy orgullosos de servir al Imperio y para ellos esto no es importante, se conocen muchos casos en que un caballero o noble ha sido agasajado en alguna recepción como tal y se ha negado a ser distinto al título que le correspondía como legionario.

Otro asunto que ha causado afirmaciones a favor y en contra es la total libertad que la legión ha dado desde siempre en lo que se refiere a culto, raza o sexo. En la legión hay cabida para todo hombre, mujer, ándotam, vénnifelt, medón, endeku... y cualquier raza existente siempre que demuestren su convicción y deseo por servir al Imperio, una vez pronunciado el juramente sólo hay una forma de salir; de igual forma la legión no entra en la creencia de cada cual, siempre que no interfiera en sus funciones ni entre en conflicto con su juramento (es posible portar un símbolo sagrado si así se desea pero jamás colgando de una bandera de la legión o visible, es posible rezar pero no de manera pública) la religión pues queda en un plano totalmente privado.

El sistema de promoción dentro de la legión ajeno a la normal vía, reminiscencia de su fundación ha sido uno de sus pilares desde entonces.

Actualidad

En construcción

Véase también